Cada día ocurren muchas cosas. Hoy, aquí, te cuento una.

lunes, mayo 14, 2007

El día de la despedida electrónica


Vimos pasar el cometa tumbados sobre la arena. ¡Creíamos que éramos tan diferentes, que nunca nos pasaría como a la gente! Finalmente, nos despedimos despacio para alargar el momento. Ni un te odio, ni un te quiero; ya no hay nada más que añadir. No tengo más lágrimas, no tengo más que contar. Entre los dos cayó el telón, ¡qué mal final de un buen guión!
Y ahora me arrepiento, de no haber sabido aprovechar el momento. ¿Con qué fantasmas he de luchar? Nadie mejor que yo podrá decidir cambiar. Después, entre mil dudas naufragué y perdido el norte me encontré entre la angustia y el placer. Ya sabes, estoy en otro mundo.
Llega el momento de hacer el recuento de lo que se perdió. Hay quien apostó fuerte y decidió quererte, sabiendo lo fácil que resultaba perderte. Pero hoy hay luna llena, y las ventajas de olvidar van liberándome de caprichos que me atormentaban. Estaba perdiendo un tiempo que no iba a recobrar, ni contigo ni sin ti.
A partir de ahora, estés donde estés, voy a hacer que me odies. Este Jekyll se convertirá en Hyde; retorcerá palabras de amor, mirará la vida pasar. Tan sólo es cuestión de fe.


El post de hoy es la peculiar crónica de lo que ayer sonó en Valladolid de la boca de Alaska, de Fangoria. Un día blanco, como la estética de su nueva gira. Ya van cuatro las veces que veo su puesta en escena y, como cada vez que lo he hecho, me mantendré a la espera de una próxima. Aquí dejo un regalito que grabé.







1 comentario:

Neciel dijo...

Me ha encantado este post. Está genial de verdad es super original porque has ido construyendo una historia mezclando la letra de sus canciones. Me quito el sombrero y....Arriba Fangoria!